La albahaca es una de las más importantes plantas aromáticas culinarias. Combina bien con casi todo, pero tiene una afinidad especial con los tomates.
Se conserva durante unos días en la nevera, dentro de un tupper pequeño, lleno hasta arriba y forrado interiormente con papel absorbente de cocina, pero, a diferencia de otras hierbas aromáticas, no congela demasiado bien, aunque esté picada.
Una de las mejores preparaciones que lleva albahaca es la salsa pesto, de origen italiano, que sí congela perfectamente. Por ello durante los meses en que hace demasiado frío para que crezca la albahaca, los italianos conservan sus hojas frescas en frascos, salándolas ligeramente y Ilenándolos de aceite de oliva; luego los cierran herméticamente y los guardan en la nevera.
La albahaca seca no tiene el mismo sabor que fresca; predomina un gusto más mentolado, y no sirve para preparar el pesto.
FUENTE: Cristina Galiano.
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